Fragmento de Historia Dominicana PARTE 2

2.1 TRIUNFO DE LA PEQUEÑA BURGUESÍA LIBERAL Y NACIONALISTA CIBAEÑA: ESPAILLAT Y LUPERÓN
     La pequeña burguesía del Cibao encabezada en aquel entonces por Luperón y Espaillat es la que representa el partido azul o Nacional teniendo como líder único al general Gregorio Luperón, que esperando el momento oportuno se ponen en marcha para derrocar el gobierno de Báez que se encuentra en aprieto económico debido a los devastadores combates revolucionarios.
     Los más destacado generales que iniciaron en los campos del sur la lucha contra el gobierno fueron los hermanos Timoteo, Andrés y Benito Ogando, mientras en la Línea Noroeste, el general restaurador José Cabrera organizaba también la oposición. Con estos aliados operando en territorio dominicano pudieron los generales Luperón y Cabral mantener viva la revolución durante un tiempo bastante largo en estas zonas del país, pero en poco tiempo fue evidente que Báez contaba con recurso político superiores a los de sus enemigos y que la división en que los azules se encontraban impedía una acción coordinada que los llevara al triunfo. (MANUAL DE HISTORIA DOMINICANA,  DÉCIMAQUINTA EDICCIÓN, FRANK MOYA PONS;  PÁG. 359-360-XXVIII).
     Hay que tener en cuenta que el gobierno tan cuestionado y que enfrentaban los liberales representado en Luperón y sus colaboradores, fue en sus primeros 4 años de gestión un propulsor de la mejoría económica como lo cita Franco Pichardo, en su libro de historia: Pese a que el gobierno de Báez tuvo que hacer frente a una permanente situación de tensión política y de guerra que incrementaron los gastos destinados al mantenimiento de las tropas y a la compra de pertrechos militares, dentro del marco del estado de miseria generalizada que vivía nuestra sociedad desde 1844, la situación económica registró en los primeros 4 años signos de mejoría. Esta mejoría, sin embargo, se detuvo en 1872, primero a causa de la guerra franco-alemana que afectó adversamente la exportación de tabaco y otros artículos, y además, por la enorme sequía, de más de un año, que padeció el país entre 1872 y 1873, hecho que, afectó sensiblemente la producción agrícola. (HISTORIA DEL PUEBLO DOMINICANO,  OCTAVA EDICIÓN, FRANKLIN FRANCO PICHARDO; PÁG. 312-23).
     Para marzo de 1873 el general Luperón se propuso recomponer el frente de lucha en la región del Norte, lanzando una nueva proclama que fue acogida por los líderes militares de la región. Teniendo en cuenta que recibió apoyo del presidente haitiano Saget y la de sus amigos comerciantes de Saint Thomas.
     La historia narra como ambos bandos contaban con el apoyo de líderes de la vecina nación, Báez con la del presidente Silvain Salnave y Luperón y sus compañeros con la del general Nissage-Saget; todo lo tramado por Báez y su homólogo es que provoca el desencadenamiento de la ayuda de parte de los opositores del gobierno haitiano para protegerse del malévolo plan de ellos.
     El impulso logrado por la revolución contra el entonces presidente Báez toma un nuevo impulso no imaginado por el gobierno en decadencia y con una agudización de crisis financiera, arrecia la descomposición política del gabinete baecista. Dando lugar a la renuncia de los más cercanos militares que componían el corrupto y explotador gobierno del partido rojo; entre ellos figuraban el general Juan Hungría, Secretario de Guerra, que de inmediato busca asilo en el consulado de Inglaterra; y en ese mismo camino van otros seguidores como los generales Juan Antonio Polanco y Federico de Jesús García, quienes decidieron apoyar la causa que representaba el frente de guerra estructurado por Luperón. La renuncia no queda ahí, ya que otros influyentes funcionarios los abandonaron, como el Vicepresidente y Delegado del gobierno en el Cibao Manuel Altagracia Cáceres, y el gobernador de Puerto Plata, el general Ignacio María González. Báez fue quedando solo, ya que los que componían el gobierno fueron dejándolo porque temían sufrir la derrota que se le aproximaba a Báez, formaron un movimiento conspirativo, llamado Unionista, el cual se inicia el 25 de noviembre de 1873 en la tierra del general Luperón, Puerto Plata, donde existía el puerto de más importancia del país en aquellos años. La traición a Báez por los seguidores cibaeños abre de inmediato la oportunidad de establecer un gobierno provisional, mientras se preparaban militares para marchar hacía Santo Domingo.
     El movimiento, unionista que encabezó Ignacio María González recibió el respaldo de importantes líderes civiles y militares del Partido Azul, Exceptuando a Luperón, Pimentel y Cabral, quienes veían una amenaza al liderazgo que ellos tenían en la revolución creada durante varios años de combate. La alianza de algunos partidarios de los azules y rojos es que recibe el nombre de Movimiento Unionista, el cual lleva al poder al general Ignacio María González. La renuncia de Báez se da el 2 de enero de 1874 y al día siguiente, con la colaboración de los cónsules extranjeros, vuelve a tomar el camino al exilio. Como González fue de los reguardados de Báez eso le favorece para salir sin ninguna contrariedad a disfrutar de la riqueza adquirida durante la dictadura de sus seis años.
     Por otra parte, algunos autores nacionales lo presentan como el animal político por excelencia en la historia nacional. En realidad, Báez era un típico pequeño burgués que no tenía la menor idea de cómo se manejaban los problemas del Estado en un país burgués; en este sentido llegaba hasta el límite de los ilusos. (COMPOSICIÓN SOCIAL DOMINICANA,  DUODÉCIMA EDICIÓN, JUAN BOSCH;  PÁG. 193-XX)
     Las acciones de Báez fueron motivadas por el idealismo o falta de fe en que la naciente República pudiera encaminase por sí, sola hacía una sociedad aburguesada como lo afirma el profesor Bosch en su obra: Báez pertenecía al sector de la pequeña burguesía dominicana que no tenía sentimientos patrióticos. Así se explica que desde antes del 27 de febrero de 1844 se pusiera a gestionar el protectorado francés; que fuera el primero de los políticos nacionales que propuso la anexión a España -antes que Santana-, y que al final, en su gobierno de los seis años y en 1877, gestionara y negociara la anexión del país a los Estados Unidos. El fondo de todas esas actividades anexionistas del caudillo rojo había una idea predominante: Santo Domingo no podía llegar a ser una sociedad burguesa por sí misma, pero podía serlo como parte de un país europeo o de los Estados Unidos. (COMPOSICIÓN SOCIAL DOMINICANA,  DUODÉCIMA EDICIÓN,  JUAN BOSCH;  PÁG. 193-XX).

     Más tarde toma posesión de la primera magistratura del Estado el general González en febrero de 1874, comenzando un período de 5 años donde la anarquía política es lo que lo caracterizará, con la sucesión de trece gobiernos prohijados por las tres fuerzas políticas en que quedó dividido el país después de la salida del señor Buenaventura Báez.
     El pensamiento de parte de las principales cabeza del partido azul fue certero, ya que la acción del general González, cuando asume el poder lo afirma: González, que parecía el representante de todos los dominicanos por encima de las banderías políticas, supo aprovechar muy bien el cansancio colectivo del pueblo como resultado de las luchas partidarias, formó un gabinete integrado por rojos y azules, como expresión de la reconciliación y concordia.
     Pero si bien tomó en lo inmediato algunas medidas tonificantes, como lo fueron la suspensión del estado de sitio, la supresión del uso de pasaporte para viajar por el territorio nacional, plena apertura a la liberta de prensa, prohibió el ingreso mediante decreto al territorio nacional a los generales Luperón, Cabral y Pimentel, el último de los cuales permanecía en Haití enfermo a causa de las heridas que había recibido en su último combate contra las tropas de Báez. (HISTORIA DEL PUEBLO DOMINICANO, OCTAVA EDICIÓN; FRANKLIN FRANCO PICHARDO; PÁG. 316-317-23).  Aunque el gobierno mencionado tomó decisiones acertadas como la plena liberta de prensa como cita el autor, la suspensión de pasaporte para viajar por el país, y se muestra como el salvador de la estabilidad estatal, no tiene la capacidad de asumir que hay liderazgo más afianzado que el que él puede representar.
     Los tres bandos políticos fueron el Partido Verde, un desprendimiento del Rojo, liderado por el Presidente González, quien gobernaría en cuatro ocasiones; los rojos, que retornaron al poder por quinta vez y última en 1877 para después extinguirse como fuerza política, y los azules, identificado con la línea de Luperón, pues Pimentel había muerto y Cabral retornaba al baecismo en decadencia.
     De los trece gobiernos mencionados el único relativamente estable fue el primer gobierno de Ignacio María González quien en su primera gestión mostró prudencia y dominio de sí. (HISTORIA MODERNA DOMINICANA, CUARTA EDICCIÓN, FILIBERTO CRUZ SÁNCHEZ;  PÁG. 98-6). Pero todo no pudo ser color de rosa porque la dictadura que quiso imponer González a partir de 1874 produce una trivialidad muy profunda que en un momento manda a apresa y asesinar al general Luperón en su residencia de Puerto Plata. Ese error sella la suerte del gobierno. La apresurada decisión del líder de partido verde lo lleva a tener que presentar su renuncia del cargo, pero como no se buscaba una nueva guerra civil los dirigentes políticos se reunieron fuera de la ciudad, en una hacienda llamada «EL CARMELO» y acuerdan una alianza en la que el poder legislativo lo absuelve de las acusaciones hechas a su gestión y de esa manera él asume su decadencia ya que los sectores de poder tanto civil como militar se manifestaron en contra de su gobierno y en 1876 deja el poder en mano del Consejo de Secretarios de Estado, hasta la celebración de nuevos comicios en la que sale electo como primer mandatario  Ulises Francisco Espaillat, que se distingue por sus pensamientos democráticos en la insurrección de 1854; honestidad, patriotismo y sus tendencias liberal.
     Tras asumir el poder tomó decisiones que no le fueron favorables para mantenerse en el gobierno como eliminar todos los gastos de compromisos políticos, como asignaciones, dadivas y prebendas que se presentaban como la seguridad del equilibrio de los gobiernos de la época y da como consecuencia, la inestabilidad en la República que produce que uno de los gobiernos más sano de la historia durara tan solo siete meses…, un parecido a lo que se vivió en el año de 1963 cuando Bosch asumió la presidencia y luego fue derrocado.

2.2 CAMBIO EN LA ESTRUCTURA AGRARIA: LA MIGRACIÓN CUBANA DA NACIMIENTO A UNA DÉBIL BURGUESÍA AGRARIA; EN LA ZONA ORIENTAL DEL PAÍS CON EL INICIO DE LA MODERNA PRODUCCIÓN DEL AZÚCAR DE CAÑA
     El cambio en la estructura de producción se inicia en la década de 1870, la economía dominicana empieza a cambiar con la implantación de la moderna industria azucarera, que fue incentivada en el gobierno de González apoyando la inmigración y la inversión extranjera en el país. El país inicia una transición, en que las actividades productiva de aquel momento (ganadería, tabaco, madera, artesanía etc., empiezan a sufrir el desplazo por la nueva industria azucarera, porque en ella se apostó más capitales y la producción de bienes era mayor tanto de empleo como la utilización de tecnología basada en las máquinas de vapor.
     Las modificaciones producidas de ninguna manera eliminará los producto tradicionales, sino que predomina la industria que comienza a gestarse con alusión a las viejas actividades económicas. Desde la colonia, la producción azucarera se realizaba con trapiches que requería de la fuerza muscular de los bueyes y esclavos. Con la desaparición de la industria de azúcar del siglo dieciséis, la productividad del dulce se limita, durante varios años, a satisfacer la demanda del consumo local y familiar. Luego con la revolución restauradora se retoma la exportación de azúcar producida con trapiche, hasta que el cubano Carlos Loynaz establece, en un campo próximo a Puerto Plata en 1872, el primer ingenio que funciona con máquina de vapor. Dada la primera guerra de independencia cubana en 1868, los cubanos y otros extranjeros llegan nuestro país e introducen las nuevas tecnologías para motivar el rendimiento de la industria azucarera. Los que no tenían recursos para instalar ingenios, se inician como colonos de caña, es decir, arrendaban las tierras de otros propietarios para cultivar caña y producir azúcar.
     La producción azucarera fue favorecida por el gobierno de González, exonerando de los impuestos a la importación de las máquinas de vapor y todo lo que se relacionaba con el cultivo de la caña y otros artículos como «los hierros galvanizados para techar las casas, que hasta entonces se cubrían en su mayoría de yagua, cana o tablitas». (MANUAL DE HISTORIA DOMINICANA, DÉCIMAQUINTA EDICCIÓN, FRANK MOYA PONS;  PÁG. 369-XXVIII). Esa y otras medidas ayudaron al crecimiento de la economía de la República, ya que se logró buenos precios en los mercados internacionales, y así se ve lo próspera que fue la industria azucarera. Obteniendo el éxito mencionado los cubanos Joaquín Delgado y Evaristo Lamar fundaron el primer ingenio moderno en 1875, llamado Esperanza, en la zona de San Carlos de la capital dominicana. Dos años luego se fundó en San Pedro de Macorís el ingenio Angelina, el más antiguo de los que existen ahora, tomando en cuenta que en la parte Este del país es donde todavía funciona con entusiasmo la producción de azúcar y una gran porción de esa industria descansa en la mano de la familia ¨VICCINI¨.
      Las relaciones capitalistas de producción de la República Dominicana se le deben a este cultivo, ya que se habían fundado casi 30 ingenios en el país entre Puerto Plata, Azua, Santo Domingo, San Pedro de Macorís y otras zonas de nuestro territorio. La cantidad de empleo que generó esta forma de crear riqueza eran más de 5 mil trabajos, mientras que  las exportaciones se elevaron a 235 mil toneladas de azúcar. (HISTORIA MODERNA DOMINICANA, CUARTA EDICCIÓN, FILIBERTO CRUZ SÁNCHEZ; PÁG. 100-6). Casi todos los ingenios eran patrimonio de inversionistas extranjeros entre cubanos, franceses, norteamericanos y alemanes sin obviar que una  cantidad moderada descansaba en mano de mercaderes dominicanos.

2.3 EL CULTIVO EXTENSIVO Y LATIFUNDISTA DE CAÑA Y PASTOS EN EL ESTE SE ENFRENTA AL CULTIVO MEDIO INTENSIVO DE TABACO, CAFÉ Y CACAO DEL CIBAO. SUS EFECTOS SOCIALES Y POLÍTICOS.
     La institución de la industria azucarera moderna trae varias situaciones para la sociedad dominicana de aquel entonces. En primer orden, surge el capitalismo por primera ocasión en el territorio dominicano. Esto lo causa las tantas manos de obras desposeídas de medios de producción y la falta de inversionistas que en el país no abundaban para planificar una forma de trabajo que produjera el pago de salarios a los trabajadores que se comprometieran con dicho proyecto.
     En otro aspecto, la industria aumenta el intercambio comercial con los Estados Unidos de América, al ser la principal nación en comprar el dulce. También los ingenios de más jerarquías terminaron en manos de inversionistas norteamericanos. De esa forma la República económicamente empieza a depender de los Estados Unidos como hasta el día de hoy se percibe.
     Por otra parte, mientras mayor era el trato comercial con los Estados Unidos de América, los comerciantes de Saint Thomas y Curazao estaban siendo desplazados y eso provoca que ellos subvencionaran disputas escuadradas que los adalides dominicanos desterrados preparaban en esas y otras  Antillas.
     En otro ámbito, el comercio que estaba desarrollando dio al traste con la forma de producción anterior, porque los campesinos se sentían cautivado por la elevada remuneración pagada en las industrias azucareras y comienzan a vender su capacidad de trabajo en los ingenios. De ese modo comienza a nacer la clase operaria en el país.
     En el siguiente punto, los llamados ¨cocolos¨, procedentes de las islas inglesas del Caribe y los trabajadores haitianos; comienzan a conquistar los trabajos en los ingenios porque se necesitaba mano de obra barata y estos fueron los «braceros» que se colocaron en los ingenios para tener menor inversión en el costo y adquirir mayor ganancias.
     Otra causa fue, el dinámico y activo comercio internacional que la novedad industrial generó, hace que las recaudaciones aduanales aumenten, con las que pudieron producir grandes cambios en la infraestructura y otras áreas de la vida social.
     Y por último, la inversión de los capitalistas en las industrias azucareras también  ayuda a mejorar los caminos vecinales o vía de comunicación y los medios de transporte comienzan a ser desplazados por las locomotoras y el uso de los ferrocarriles.
   Lo anteriormente mencionado abre la puerta a que Podamos inferir que los primeros signos de desarrollo económico y tecnológico de la República Dominicana, definitivamente fueron provocados por el nuevo método de producción de la industria azucarera. 


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

v  COMPOSICIÓN SOCIAL DOMINICANA; HISTORIA E INTERPRETACIÓN, EDITORA ALFA Y OMEGA, DUODECIMA EDICIÓN, 1981, SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA, JUAN BOSCH.

v  MANUAL DE HISTORIA DOMINICANA, (EDITORA BÚHO S. R. L.) EDICIONES LIBRERÍA LA TRINITARIA, DÉCIMAQUINTA EDICCIÓN AMPLIADA, 2013, SANTO DOMINGO, FRANK MOYA PONS.

v  HISTORIA DEL PUEBLO DOMINICANO, EDITORA MEDIBYTE, S. A., OCTAVA EDICCIÓN, 2009, REPÚBLICA DOMINICANA, FRANKLIN FRANCO PICHARDO.

v  HISTORIA MODERNA DOMINICANA, EDITORA EL NUEVO DIARIO, S.A., CUARTA EDICCIÓN, 2011, SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA, FILIBERTO CRUZ SÁNCHEZ.


 Por: Daniel Amador

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