PRECURSORES DE LA DOCUMENTACIÓN
PRECURSORES DE LA
DOCUMENTACIÓN Y DIFERENCIAS DE LOS HRMEROCRÍTICOS Y LOS HEMEROGRÁFICO
La
introducción a la documentación en el periodismo anglosajón a partir de 1850
coincidió con diversos factores: por un lado, con el impulso económico dado a
la empresa periodística en Inglaterra y Estados Unidos, por otro, con el afán
por ofrecer información de mayor calidad y, finalmente con el dinamismo
provocado en el sector de la comunicación a raíz de la difusión del telégrafo.
Pero el interés documental surgió también de la voluntad por autorizar la
información, verificarla y, a la vez, dar prestigio y credibilidad al medio. En
esta nueva manera de entender el proceso informativo se manifestó en la actitud
de algunos de los pioneros en la documentación periodística, de entre los que
destacan Nathan Hale en el Daily Advertiser de Boston Y Tomás Barnes en The
Times, y cristalizó en la creación de las primeras bibliotecas de referencia.
La elaboración de índice fue la siguiente
etapa en el desarrollo de los servicios de referencia correspondió a la
elaboración de índice temáticos y de autores, destinados a multiplicar las
posibilidades de recuperación de la información. Paulatinamente la metodología
en su confección se fue depurando: se pasó de indizar únicamente el autor de
los artículos firmados, a la elaboración de índice temáticos muy detallados. La
utilización de ambos estuvo estrechamente ligada al nuevo enfoque que adoptó el
periodismo en el último tercio del siglo XIX y, sin duda, contribuyeron al
impulso de la actividad documental ya que el objetivo de la prensa era informar
sobre todos los ámbitos de la realidad humana y satisfacer las demandas de una
información documentada y veraz. El antecedente más remoto corresponde a la
publicación del londinense Palmer´s index to The Times, iniciada en 1790,
aunque el más significativo haya sido The New York Time Index, que data de
1862, y cuya publicación sólo se ha visto interrumpida entre los años 1905 y
1912. Primero se editó anualmente y a partir de 1948 su aparición fue
quinquenal, completada con la edición de un número acumulativo anual.
En cuanto a los primeros servicios de
documentación fiable no se limitó únicamente a la redacción de notas
necrológicas, sino que se trasladó a otros contenidos informativos del diario.
Ellos fue posible gracias a la existencia de archivos de recortes2,
que recopilaban y seleccionaban informaciones sobre todo tipo de sucesos y
temas. El desarrollo de los servicios de documentación se había iniciado en los
Estado Unidos en el momento en el que se percibió la enorme importancia de
disponer de departamentos dedicados a la compilación de noticias a través de
recortes de prensa que, una vez indizados, se archivaban ordenadamente para
ponerlos a disposición del equipo de
editorialistas.
La
diferencia entre los rotativos ingleses y norteamericanos en las postrimerías
del siglo XIX se fundamenta en la ausencia, entre los primeros, de una
verdadera institucionalización del servicio de documentación. Aunque ello
fuese cierto de forma general, The Time dispuso de este servicio desde que
Donald M Wallace se hizo cargo de la sección de extranjero del diario. Su deseo
de informar sobre las relaciones existentes entre hechos e ideas, y de aportar
un componente didáctico a la información suministrada, llevaba implícita la
necesidad de contar con datos exactos y fiables, y para ello organizó una
completísima biblioteca de referencia. Muy pocos periódicos europeos que antes
de acabar el siglo contaban con un servicio de documentación como tal, sólo se
puede citar el alemán Neue Zürcher Zeitung y los ingleses Times y Dail Mail. En
España, el retraso con respecto a Europa era considerable. Baste el ejemplo de
La Vanguardia, que no dispuso de servicio de documentación hasta la década de
los 20.
La biblioteca de referencia estaban
clasificadas por materias de forma exhaustiva y completa, incluía también
colección de periódicos y revista. Diversos rotativos habían confeccionado un
índice de los contenidos del propio diario: así, el londinense The Times incorporaba
en su Times Index el Sunday Times y los suplementos de Times. El New York
Times, que venía elaborándola desde 1862, dejó de concebirlo como instrumentos
de uso interno para comercializarlo hacia 1930. Esto permitió que otros diarios
desarrollaran índices específicos sobre asuntos y personalidades de ámbito
local y cubriesen el resto de la información a través del New York Times Index.
Pese a ello, The New York Times Index no fue sólo un importante material de
consulta para los servicios de documentación de la época, sino que traspasó los
límites del ámbito periodístico para ser una obra de consulta habitual en las
bibliotecas y centros educativos norteamericanos.
La organización del servicio se orientaba
hacia la consecución de un objetivo concreto: proporcionar la información
solicitada de manera inmediata, satisfaciendo a la vez peticiones tanto interna
como externa al diario4. En los años 30, la finalidad esencial del
servicio de documentación, en palabra de Desmond, era ‘servir a los redactores
como una memoria infalible y una fuente de información.
En los años 30, coincidiendo con la
depresión económica de 1929 y las convulsiones sociales que la siguieron, se
desarrolló paulatinamente un periodismo más preocupado por el análisis de los
hechos, superando así la simple descripción objetiva, aséptica y escueta de la
noticias.
LA
PRENSA COMO FUENTE DE INFORMACIÓN
A finales del siglo XV y buena parte del XVI,
el protagonismo español inculcaba un cierto interés al resto de Europa y por
ello buscaban noticias en nuestras relaciones.

También el periódico Noticias Generales de Europa venidas por el Correo de Flandes, que se publicaba en Zaragoza por los años 1683 a 1691, traducía relatos de la vida extranjera insertados en las gazetas de las demás capitales europeas3.
CONCLUSIONES
Conocer más de cerca la historia de la
documentación da la premisa de que en la vida todo se va desarrollando en un
proceso paulatinamente seguido de muchos pasos que confrontan el contenido
investigado y por de mas.
Los pioneros de la documentación
periodística han sido ese gran impulso hacía la recopilación de información que
por mucho tiempo el que ejercía el oficio del periodismo no se dedicaba al
recorte de información y a su vez coleccionarla o archivarla para así tener una
base de datos, donde sustentar las noticias e investigaciones hechas en
determinada áreas de la información; pero gracias a personas como Nathan Hale
en el Daily Advertiser de Boston, y otros más se pudo conocer otro modo de
informarse aún teniendo la información mucho tiempo de redactada.
No tanto así la documentación como tal fue
tomando el auge que tiene hoy día al principio del siglo XX, con las bases de
datos que facilita la informática ya que no hay que recurrir obligatoriamente a
los libros físico sino que virtualmente una persona se puede documentar de
cualquier acontecimiento sin tener que trasladarse lejos de casa. Pero todo no
termina ahí, ya que en cada país se va dando seguimiento a este aporte de
aquellos grandes líderes de la recopilación de información ya se noticiosas o
históricas, son mucho que por vía a ese desarrollo de almacenamiento deciden
ellos mismo crear su base documental con los hechos que para ellos revisten
importancia en el marco deportivo, científico y de otros acontecimiento que le
dan vida a su trabajo.
El periodismo como tal, se auxilia
bastante de las investigaciones en vista de los estudiosos de la documentación
ya que cada uno de aquellos precursores tenía una tendencia a defender o estilo
de documental como la corriente hemerocrítica y la hemerográfica, de la
documentación.
Donde los hemerocríticos se basaban en
analizar los textos periodísticos su fundamentación y estrategia de los
escritos como tal, mas los hemerográficos se dedican al estudio y descripción
periodístico o conocimiento de las publicaciones periódisticas. En cuanto no podemos creer que este avance
del periodismo ha sido momentáneamente ya que si vemos la historia no
enteraríamos que fue un largo camino y lo que falta aún…
Gracias!!!
Por Daniel Amador
Comentarios
Publicar un comentario