Introducción a la Semiótica

INTRODUCCIÓN                                                                                                                   
    
La semiótica como ciencia busca explicar o dar respuesta a los significados de los signos desde la cultura, ya que cada comunidad identifica un signo desde sus conocimientos o creencias, como por ejemplo en la India las vacas no tienen el mismo valor que para un país de latino américa; en especial el nuestro la República Dominicana.

Desde esa realidad es que es partido para hacer un compendio del contenido de lo desarrollado en las clases impartida semanas por semanas, el cual espero llenar las expectativas de cada lector, porque sólo escribiendo es que se aprende a escribir.

También no está demás resaltar lo enriquecido que es cada uno de los temas dado o presentado en este material para la comprensión de las manifestaciones de significado e interpretaciones a la que se prestan los signos en distintas cultural, por razones obvia desde el conocimiento científico que no se limita a un sólo esquema de la realidad como suele hacer la religión, sino que deja la brechas abiertas para seguir profundizando y enterarse el porqué de las diferencias de interpretaciones y más luego enterado no descalifica ninguna porque se entera que cada entidad es que le da el valor a los signos y por esa condición se puede entender el significado como unidad cultural.

En lo que concierne a esta clase puedo decir que el conocimiento de otras culturas nos lleva a ser personas más humanas y menos mitificadas, en el cual nos libera y permite disfrutar al máximo de las riquezas dada en cada grupo social siempre practicando lo bueno y dejando los malos hábitos o práctica atrás…

DESARROLLO

TEORÍA DE LOS SIGNOS: El signo lingüístico es una realidad que puede ser percibida por el ser humano mediante los sentidos y que remite a imaginar otra realidad que no está presente.

SEMIÓTICA: Ciencia que estudia los diferentes sistemas de signos que permiten la comunicación entre individuaos, sus modos de producción, de funcionamiento y de recepción.

LO QUE ESTUDIA LA SEMIÓTICA Y SUS FRONTERAS: Resumiendo la semiótica todos los procesos culturales como procesos de comunicación; tiende a demostrar que bajo los procesos culturales hay unos sistemas; la dialéctica entre sistemas y proceso nos lleva a afirmar la dialéctica entre código y mensaje.

SAUSSURE: El signo es la unión de un significado con un significante.

PEIRCE: Una relación de estímulo y reacción entre dos polos, el polo estimulador y el polo estimulado, sin mediación de ninguna clase.

UMBERTO ECO: En primer lugar, el convencimiento de que todo concepto filosófico toda expresión artística y toda manifestación cultural, de cualquier tipo que sean, y en segundo lugar la necesidad de un método de análisis único, basado en la teoría de la semiótica.

UNIVERSO DE LAS SEÑALES: Si todo fenómeno cultural es un acto de comunicación y puede ser explicado mediante los esquemas propios de cualquier acto de comunicación, será conveniente individualizar la estructura elemental de la comunicación donde ésta produzca – o, mejor dicho – en sus términos mínimos.

El significado como unidad cultural: Así pues, ¿qué es el significado de un término? Desde el punto de vista semiótico no puede ser otra cosa que una unidad cultural. En toda cultura una «unidad» es, simplemente, algo que está definido culturalmente y distinguido como entidad.

ZOOSEMIÓTICA: Los sistemas de comunicación entre los animales se estudian como un aspecto de la etología. Por ejemplo, los nuevos descubrimientos sobre la comunicación entre las abejas, que parecen poner en duda todas las nociones admitidas sobre el significado proverbial de la “danza”. El estudio zoosemiótico puede contribuir a individualizar algunos universales de la comunicación, pero también podría obligar a revisar el concepto de la inteligencia animal y a individualizar procesos de convencionalización elemental [cfr. Sebeok, 1967, 1968].

SEÑALES OLFATIVAS: Bastaría con el código de los perfumes (fresco, sensual, viril, etc.) para establecer la existencia de posibilidades comunicativas. La tradición poética (véase Baudelaire) nos ha dado algunas indicaciones. Si los perfumes artificiales tienen sobre todo el valor connotativo que se ha dicho, los olores tienen claramente un valor denotativo.

COMUNICACIÓN TÁCTIL: Es fundamental en la primera experiencia del mundo externo en el niño y según algunos autores predetermina la comprensión sucesiva de los mensajes verbales. En este sector se incluyen los estudios sobre la modificación de la piel, por medio de prácticas higiénicas, perfumes y ungüentos. La experiencia táctil influye igualmente en la elección de vestuario. Cuando la comunicación táctil se convencionaliza, aparecen ciertos tabúes que ya figuran en los códigos prosémicos [Hall, 1959, 1966]. Forman parte de los mensajes táctiles codificados, el beso, el abrazo, la bofetada, en cuanto no son estímulos sino estilizaciones [Frank, 1957].

CÓDIGOS DEL GUSTO: Además de las diferencias de gusto implícitas en cada civilización, con la posibilidad de sistemas de oposiciones que regulen el aparejamiento de distintos sabores, pueden individualizarse algunas convenciones sobre la composición de las comidas y sobre las reglas para servirlas. Lo mismo puede decirse de las bebidas. Existe además el ámbito de los sistemas connotativos y sinestésicos (el “sabor fuerte”; o las transposiciones metafóricas de las denominaciones de sabores a otros dominios, como “dulce amor”). Sobre los sistemas semánticos establecidos por el gusto, naturalmente hay que acudir a las investigaciones de Lévi-Strauss [1964].

PARALINGÜÍSTICA: El estudio de los rasgos suprasegmentales (los tonos de la voz) y de las variantes facultativas que corroboran la comunicación lingüística y se presentan como sistematizables y susceptibles de convencionalización, o que, siendo reconocidos como naturales y motivados, son sistematizables de alguna manera. Estos fenómenos han sido objeto de estudio minucioso, gracias a los nuevos métodos de registro, que permiten analizar incluso las variaciones menos perceptibles por observación directa. En general, se asocia a la paralingüística la cinésica, considerada como el estudio de los gestos y de los movimientos corporales que tienen un valor significativo convencional.

NEUROLINGUÍSTICA: Trager [1964] subdivide los rumores que no tienen estructura lingüística propiamente dicha en:

A. Tipo de voz. Depende del sexo, de la edad, de la salud, del lugar de origen del que habla, etc. Se han estudiado distintos tonos de voz usados por la misma persona en circunstancias distintas. Ostwald [1964] analiza la diversidad de modulaciones con la boca cerrada en el teléfono y a distintas horas del día, relacionándola con las variaciones del sodio y del potasio en la sangre. Otras investigaciones similares se refieren a las bases biológicas de la comunicación y forman parte integrante de las investigaciones de semiótica médica. Según Trager, en realidad el tipo de voz no corresponde al paralenguaje.

B. Paralenguaje. Se diferencia en:

a) cualidades vocales: por ejemplo, la intensidad de los sonidos, el tipo de control de los labios o de la glotis, la pesadez o ligereza en el respirar, el control de las articulaciones, la resonancia, el tiempo, etc.

b) vocalizaciones, que se dividen en:

b.1. caracterizantes vocales (ejemplo: risa sofocada o abierta, llanto, lloriqueo, sollozo, susurro, chillido, grito sofocado, barboteo, gemido, lamento, eructo, voz quebrada, bostezo...).

b.2. cualificadores vocales (por ejemplo, intensidad y tono de voz).

b.3. segregados vocales: es el complejo de sonidos que, más que modular las emisiones fonéticas, las acompaña, como las nasalizaciones, las aspiraciones, los gruñidos, los “hum” de comentario e interjección, los ruidos de la lengua y labios (que dicho sea de paso, han sido codificados bastante bien por este tipo de transcripción en forma dramática de los segregados vocales considerados como signos, que son las expresiones verbales de los cómics...). ¨

LENGUAJES TAMBORILEADOS Y SILBADOS: La sospecha de que los “tonos” tienen valor convencional crece cuando se pasa al examen, realizado por los antropólogos, de los distintos sistemas de señalización por medio de silbidos, pitos, flautas y tambores. Weston La Barre [1964] relaciona una serie de sistemas ségnicos, como el lenguaje silbado y la conversación con xilófono de los chin birmanos; el tamborileo en las raíces de los árboles de los Kwona; el lenguaje con la boca cerrada del Chekiang; el yodel alpino; las comunicaciones referenciales en código silbado de los Ashanti (el sujeto llega a comunicar el lugar donde se debe buscar un objeto); el lenguaje silbado de los habitantes de Canarias que modulan, no los tonemas, sino verdaderos fonemas del español hablado; el lenguaje de tambores del África Occidental, que reproduce rasgos tonémicos del lenguaje hablado en dos tonos básicos del tambor, realizando además comunicaciones muy convencionalizadas, en tanto que los Ewe del Togo han llegado a convencionalizar frases enteras (aunque se trata de sistemas de transcripción similares a nuestros códigos telegráficos); y también las señales con el cuerno de cuatro tonos que transmite, no el equivalente melódico de las formas suprasegmentales, sino unidades diferenciales abstractas y auténticas.

CINÉSICA Y PROSÉMICA: Según Birdswhistell [1964], “cuando la gente emite sonidos y escucha, se mueve y mira, toca y siente, emite y recibe olores, etc., todas estas cosas se combinan de diversos modos para participar en el sistema comunicativo, y no es extraño enunciar que estas modalidades pueden ser estructuradas analógicamente: si se aprenden de una manera sistemática, pueden ser modelizadas de la misma manera, o al menos se puede intentar... Si examinamos un corpus de datos, por ejemplo los films con el alcalde La Guardia hablando yidish, italiano o inglés americano, sus modelos de movimiento cambian de una manera tan sistemática que se podría eliminar el sonoro y adivinar en qué lengua está hablando”.

LOS CÓDIGOS MUSICALES: El problema de la música suele plantearse cuando se trata de comprobar la posibilidad de codificar los tonemas. Ostwald [1964] nos recuerda que la notación musical actual nació de las antiguas notaciones de gestos y de la notación neumática, que registraban fenómenos cinésicos y paralingüísticos a la ver. De todas maneras, en el ámbito musical se pueden individualizar:

A. Semióticas formalizadas. Son las distintas escalas y gramáticas musicales, los modos clásicos, los sistemas de atracción. Su estudio corresponde a la sintagmática musical, la armonía, el contrapunto, etc. Actualmente se pueden añadir los nuevos sistemas de notación empleados en la música contemporánea, en parte idiolectales, en parte fundados en notaciones icónicas en apariencia, pero que se apoyan en referencias culturales que las convencionalizan. Para la notación cfr. Langleben, 1965.

B. Sistemas onomatopéyicos. Van desde las onomatoyepas del lenguaje verbal a los repertorios de onomatopeyas de los cómics [cfr. Jakobson, 1964, 1967].

C. Sistemas connotativos. La tradición pitagórica confiaba a cada modo la connotación de un ethos (en cuyo caso se trataba también del estímulo de un comportamiento), como observa también La Barre [1964].

D. Sistemas denotativos. Por ejemplo, las señales musicales que denotan una orden (atención, descanso, izar bandera, rancho, silencio, diana, carguen), hasta el punto de que quien no capta la denotación precisa incurrir, en sanciones. Estas mismas señales asumen valores connotativos del tipo “valor”, “patria”, “guerra”, etc. La Barre cita el sistema de conversación por medio de la flauta pentatonal, utilizado por los aborígenes de Sudamérica.

LENGUAJES FORMALIZADOS: Parten del estudio de las estructuras matemáticas [Vailati, 1909; Barbut, 1966; Prieto, 1966; Gross Lentin, 1967; Berlin, 1967] para llegar a las distintas lenguas artificiales, como sucede en la química y en la lógica, y en las semióticas en el sentido de Greimas [1970], como formalizaciones de los contenidos de las ciencias naturales. En este apartado se incluyen todos los lenguajes inventados (por ejemplo, el Linces, como lenguaje interespacial) [Freudentahl, 1960], los alfabetos como el Morse o el álgebra de Boole para los calculadores electrónicos. Aquí se inserta el problema de una metasemiología [Malí, 1968; Kristeva, 1968] y de un lenguaje universal, en el sentido de Raimundo Lulio y de Leibniz [cfr. Rossi, I960].

LENGUAS ESCRITAS, ALFABETOS IGNORADOS, CÓDIGOS SECRETOS: El estudio de las lenguas escritas se escinde del de las lenguas naturales entendidas como lenguas verbales, y más bien se relaciona con el problema de descifrar alfabetos ignorados y mensajes secretos basados en códigos criptográficos. Pero también se refiere a los valores connotativos de la denotación alfabética escrita o impresa, como ha demostrado Matshall McLuhan [1962], y al problema más general de la escritura [Dérida, 1967 B].

LENGUAS NATURALES: Pertenecen al ámbito de la lingüística propiamente dicha y de la etnolingüística, y sobre él no consideramos necesario extendernos ahora. Quizá convenga indicar que la dirección de la investigación semiológica se concreta hacia los léxicos y los subcódigos.

COMUNICACIONES VISUALES: Hemos dedicado dos secciones del libro a este vasto dominio. Aquí será suficiente enunciar los temas que se explicarán más adelante e indicar las investigaciones en curso en otros sectores [cfr. Communications, n. 15].

A. Señalécticas altamente convencionalizadas. Banderines navales, señales de tráfico, grados militares, alfabetos universales (posibles) basados en símbolos visuales de acepción común [Prieto, 1966].

B. Sistemas cromáticos. Desde los intentos poéticos para asociar algunas sinestesias precisas a los colores, hasta los sistemas semánticos ligados a los fenómenos cromáticos en las comunidades primitivas, y hasta el valor connotativo de los colores en las sociedades occidentales (negro-luto, blanco-luto, blanco-boda, rojo-revolución, negro-señorío, etcétera).

C. Vestuario. Los estudios de Barthes [1967] sobre la moda conciernen solamente a la expresión verbal de los modelos y no cubren todo el ámbito de investigaciones sobre el vestuario como comunicación, cuyo punto álgido de formalización lo alcanza la semiótica de las divisas militares y de los hábitos y ornamentos eclesiásticos.

D. Sistemas verbo-visuales. El panorama es inmenso. Desde el cine y la televisión [Metz, 1964; Betlelini, 1968] hasta los cómics [Eco, 1964], la publicidad, los sistemas de papel moneda, las “rebus”, las semióticas de las barajas y de los juegos en general (ajedrez, damas, dominó, etc) [Lekomceva, 1962; Egorov, 1965]; también está el estudio de los mapas geográficos y topográficos [Berlin, 1967] y de sus condiciones óptimas de denotación, al que se añade el estudio de los diagramas [Jakobson, 1966] y de los proyectos arquitectónicos, e incluso las notaciones coreográficas y el sistema simbólico de la astrología.

El UMBRAL INFERIOR DE LA SEMIÓTICA: Siguiendo las definiciones de Saussure y de Peirce, deberían excluirse de la semiótica los estudios neuro-fisiológicos sobre fenómenos sensoriales vistos como paso de señales desde las terminaciones periféricas a la zona cortical de cerebro [cfr. Ashby, I960]; las investigaciones cibernéticas aplicadas a los organismos vivientes [cfr. Ashby, 1960; Shannon y Weaver, 1949; Ruyer, 1958], o las investigaciones genéticas —en las que por otra parte se habla constantemente de códigos y de mensajes.

Esta limitación podría parecer embarazosa, cuando precisamente de las investigaciones de este orden extrae la semiótica muchos de sus instrumentos (por ejemplo, la noción de «información» como elección binaria). Pero se trata precisamente de individualizar estas investigaciones como si fueran un límite inferior de la semiótica, el punto en el que la semiótica surge de algo que todavía no lo es, el anillo de conjunción —como el del último primate con el primer homo sapiens en la antropología física— entre el universo de las señales y el universo del sentido.

El UMBRAL SUPERIOR DE LA SEMIÓTICA: Si aceptamos el término «cultura» en un sentido antropológico correcto, inmediatamente se perfilan dos fenómenos culturales a los que no puede negárseles la característica de ser fenómenos comunicativos: a) la fabricación y el empleo de objetos de uso; b) el intercambio parental como núcleo primario de relación social institucionalizada.

No hemos escogido casualmente estos dos fenómenos: son fenómenos constitutivos de toda cultura, junto con el nacimiento del lenguaje articulado, y los hemos individualizado al ser objeto de diversos estudios semio-antropológicos, para demostrar que toda cultura es comunicación y que existe humanidad y sociabilidad solamente cuando hay relaciones comunicativas.

LAS FRONTERAS DE LA SEMIÓTICA: Resumiendo, la semiótica estudia todos los procesos culturales como procesos de comunicación; tiende a demostrar que bajo los procesos culturales hay unos sistemas; la dialéctica entre sistema y proceso nos lleva a afirmar la dialéctica entre código y mensaje. Si se aceptan estas tres proposiciones, la introducción general a la semiótica tiene las finalidades que pasamos a reseñar y que corresponden a las distintas partes de este libro. Éste puede considerarse como un «mapa geográfico» que señala los límites de la semiótica, los territorios que le pertenecen y aquellos al borde de los cuales se ha de detener.

Sección A.1. Intentamos fundamentar la diferencia entre comunicación cultural e información como proceso físico. Son éstos los límites entre la señal cibernética y el sentido.

Sección A.2. Intentamos fundamentar la diferencia entre significante y significado e individualizar —para una semántica que todavía no existe—, las mismas posibilidades de sistematización rigurosa que la lingüística ha elaborado para la sintaxis. Pero una vez aclarada esta diferencia hemos de demostrar que en un sistema semiótico general cada entidad puede ocupar la posición de significante o la de significado. En esta sección se plantea también el problema del referente, es decir, de los límites entre signos y cosas.

CONCLUSIÓN
El hecho de terminar las clases resumiendo todo lo trabajado es el fruto de la realización de las tareas asignadas en cada encuentro. Viendo desde esa perspectiva la finalización de este curso se puede decir que valió la pena esforzase y darlo todo para cumplir con lo elegido y a su vez dar un paso que aproxima a la meta propuesta.

Para no cansar con la conclusión sólo queda aclarar que cada uno de los esfuerzo y entrega a la busca de conocimiento para ser mejores profesionales es el resultado de la motivación de los docentes que dan el todo por el todo para que sus alumnos se lleven lo mejor de cada clase desarrollada y no la frustración de no alcanzar lo que se espera, que es la comprensión y entendimiento de los temas tratados y que hace que la inteligencia aumente más.

Así que la semiótica como ciencia a nosotros como estudiantes de periodismo nos ayuda a tener mejores herramientas para los estudios e investigaciones de campo. También para redactar noticias de cualquier índole sin dañar lo investigado o recopilado en el diario trajinar periodístico, con la base de los estudios semióticos.

GRACIAS!!!

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA
Umberto Eco, La Estructura Ausente, Introducción a la semiótica, Editorial Lumen, Primera edición: 1974, Segunda edición: 1981, Tercera edición: 1986




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